La coordinación óculo manual es una habilidad cognitiva compleja, en la cual se requiere una coordinación precisa entre la vista y los movimientos de la mano. Durante la coordinación óculo manual, la vista debe guiar los movimientos de la mano mediante un proceso de retroalimentación de información que crea un plano de ubicación y estímulo visual. Las personas, desde los primeros años de su vida, ponen en práctica la coordinación óculo manual utilizando la vista para crear un cálculo exacto del plano físico que lo rodea y de acuerdo con la información obtenida. Por tal motivo, esta habilidad cognitiva es muy importante para el desarrollo y la mejora.
Esta habilidad es necesaria para el desarrollo y aprendizaje de los niños en la escuela. La lectura, la escritura y los deportes son actividades que se desarrollan con un uso continuo de la coordinación óculo manual. De igual manera, es utilizada en gran parte de las actividades que realizamos a diario que requieren una coordinación entre ojos y manos. La coordinación óculo manual, en algunos casos, puede verse afectada por algunas patologías visuales, siendo las siguientes las más comunes:
Estrabismo: es la desviación del alineamiento de un ojo respecto al alineamiento del otro. Normalmente, las personas deben poseer alineaciones paralelas en los ojos, de otra forma se perdería la fijación bifocal. Esta situación afecta la fijación de la mirada de ambos ojos en un objeto o punto en el espacio al mismo tiempo. Esto crea una patología donde se presenta una visión binocular adversa que afecta la percepción de la profundidad.
Ambliopía: esta patología consiste en una disminución de la agudeza visual, la cual, normalmente, no se encuentra precedida por alguna lesión orgánica que ocasione el padecimiento. En algunos casos, esta patología puede estar acompañada de una miopía, sin embargo, ésta no suele justificar la pérdida de visión presentada.
Lateralidad cruzada: es una patología mediante la cual la persona desarrolla una lateralidad distinta en los miembros de su cuerpo, o sea, puede ser zurdo de las manos y derecho de los pies. La lateralidad cruzada puede afectar en diversos casos la coordinación óculo manual.
Esta ultima, presentada en muchos porteros, genera un problema de aprendizaje o coordinación psicomotriz que debemos mejorar con este tipo de ejercicios.